Si ya habéis pasado un día por la Quinta Avenida, habréis pasado muy cerca del MoMA (11 W 53 Street). De hecho, mi idea inicial fue visitarlo el día destinado a Midtown, y hacer que ese día cayera en viernes para aprovechar que los viernes por la tarde la entrada al museo es gratuita. Cuando a eso de las 16h nos acercamos a la puerta, la cola daba dos vueltas a la manzana, así que preferimos dejarlo para otro día. Al día siguiente llegamos a primera hora (abren a las 10h) y disfrutamos allí la mañana (y parte de la tarde).

Como todos los museos de grandes dimensiones (el MoMA no es el MET pero su colección expuesta es bastante amplia), todo dependerá del interés que tengas por ver alguna obra o conjunto de obras, y del tiempo que quieras dedicarle al museo.


A rasgos generales, se divide en cuatro grandes bloques:

- La colección permanente dedicada a pintura y escultura que abarca desde finales del siglo XIX al finales del XX (Painting & Sculpture I y II - 5º y 4º piso);
- Las exposiciones dedicadas a la arquitectura, al diseño o la fotografía (3er piso);
- La sección de arte más actual, desde 1980 hasta el presente (Contemporary Gallery - 2º piso);
- Las muestras especiales, es decir, la programación temporal que varía a lo largo del año (6º piso, más alguna pequeña sala en el 3er y 2º piso).

La colección permanente de pintura y escultura es realmente apasionante: Picasso, Van Gogh, Dalí, Monet, Matisse, Duchamp, Jasper Johns, Lichtenstein, Pollock, Louise Bourgeois, Andy Warhol, Frida Kahlo, Joseph Beuys,… La lista es interminable. Si no tienes mucho tiempo, céntrate en estas dos salas. Si te interesa el arte más actual, no te pierdas la Contemporary Gallery. Esta colección incluye obras de Pipilotti Rist, Rirkrit Tiravanija, Anish Kapoor, Doris Salcedo o Philip-Lorca diCorcia, aunque puede ocurrir que por programación del museo esté cerrada o haya otra exposición en esa sala.





Obras de Carl Andre, Bruce Nauman y Joseph Beuys en el MoMA. 

Antes de marcharte no olvides descansar un rato en su jardín de esculturas, con obras de Auguste Rodin o Alexander Calder entre otros, ni pasarte por su tienda. Además de todo aquello que se suele encontrar en las tiendas de los museos (souvenirs de todo tipo, catálogos o láminas de algunos de sus cuadros emblemáticos), venden una cuidada selección de objetos de diseño (desde joyas a elementos para el hogar). Otro dato interesante es que con la entrada podrás acceder también al MoMA PS1 (22-25 Jackson Avenue, en Long Island), dedicado al arte más actual. Nosotros no encontramos tiempo en una semana para visitarlo (solo salimos de Manhattan al cruzar el puente de Brooklyn), pero es un dato a tener en cuenta si dispones de más tiempo o hay alguna exposición que te apetezca mucho ver.

La idea era ir a Harlem por la tarde. Esa misma noche teníamos planeado ir a ver un musical, por lo que tampoco teníamos toda la tarde libre. Harlem parecía una buena opción, ya que tampoco requería más de un par de horas, el tiempo perfecto para salir del MoMA, pasear un rato por sus calles y volver al apartamento antes del musical, que empezaba a las 20h. Creo que era un buen plan, pero el MoMA se nos fue de las manos. Como a las 15h aún seguíamos allí dentro, decidimos tomárnoslo con calma y ver lo que nos quedaba, al fin y al cabo no era plan de ir corriendo a Harlem para ver un par de calles. De todos modos, éstos son los puntos que tenía marcados:


1. Cathedral St John the Divine (1047 Amsterdam Avenue).


2. Universidad de Columbia (116 Street).


3. Teatro Apollo (253 W 125 Street). 


Si os apetece ver un musical de Broadway (yo lo recomiendo encarecidamente), hay dos opciones: comprar la entrada anticipada online o comprarla allí el mismo día de la función. La primera opción es la ideal para aquellos que no quieran arriesgarse a perderse el musical que tienen en mente, aunque las entradas suelen ser bastante caras. Nosotros nos arriesgamos a la segunda opción, ya que las entradas del mismo día en TKTS están al 50%, y no tuvimos ningún problema en conseguir dos plazas para el musical que queríamos, Los Miserables, y lo cierto es que estaban bastante bien situadas. Hay tres oficinas donde comprarlas, una en Times Square, otra en South Street Seaport y otra en Brooklyn. Lógicamente la de Times Square es la más concurrida, aunque la cola avanza bastante rápido. Si por lo que sea te pilla en Brooklyn o por la zona sur, no dudes en acercarte a las otras dos, posiblemente llegues y no haya nadie delante.



Les Miz en el Imperial.